Hola, mi consulta es la siguiente:
Desde que nací, prácticamente, noto en mi una herida muy grande, como si pasase de generación en generación. En concreto, con mi madre. A los 23 años aprox. me fui de casa y, paulatinamente, he ido marcando limites segun me afectaba o no. Mi madre es una persona ansiosa y paranoica, y, desde que naci prácticamente, toma una especie de antidepresivos (algo que jamas me ha dicho ella, he ido descubriendo yo). Con mi padre tengo mas relacion y de vez en cuando le veo, y claro, mi madre se da cuenta que con ella no. He intentado hablar con ella muchas veces y jamas respeta mis sentimientos, me hace chantajes o me dice que soy yo la que ve el problema que no existe, que e smi cabeza (me dice eso desde que naci y me creo problemas serios en mi autoestima, sensacion de culpa, falta de confianza en mi vision…) La consulta en si es: Cuando no la veo, tengo una carga muy grande, una culpa de hacerle daño, de alejarme… y me vienen todos los recuerdos bonitos y se me parte el corazon. Pero si la veo, no respeta mis limites mis decisiones, me intenta cambiar todo el rato y no respeta como soy. Se que en el punto medio esta la virtud, pero es que es verla y se me activa todo el sistema nervioso y me empiezo a sentir mal, grenada. muchas gracias.
1 Respuesta
Hola Laura,
Gracias por compartir tu historia y por abrirte sobre algo tan importante y personal. Es natural que estas situaciones generen emociones intensas porque están profundamente conectadas con la relación con nuestra madre, que es una figura muy significativa en nuestras vidas.
Desde pequeños, la educación social nos enseña a considerar a nuestros padres como personas dignas de amor incondicional, independientemente de las circunstancias. Esta expectativa puede hacer que poner límites se sienta como algo “incorrecto” o que genere culpa, ya que entra en conflicto con la idea inicial de cómo deberían ser las relaciones familiares.
La culpa que sientes cuando decides alejarte o protegerte es una señal importante. Quizás podrías reflexionar sobre qué te está diciendo esa culpa: ¿Realmente refleja que has hecho algo malo o es más una respuesta automática a la educación y los valores que recibiste? Preguntarte si la culpa coincide con tus emociones reales puede ser un buen ejercicio para discernir lo que necesitas.
Es fundamental recordar que poner límites no es un acto de egoísmo ni de rechazo. Los límites son herramientas necesarias para protegerte y cuidar tu bienestar emocional. En relaciones complicadas, como la que describes, los límites te ayudan a mantenerte a salvo y a preservar tu salud mental. Esto no significa que no ames a tu madre, sino que también necesitas respetar tus propias necesidades y límites para poder estar bien contigo misma.
Si sientes que esta situación sigue generando mucho malestar y te cuesta manejarla por tu cuenta, en nuestra fundación podemos ofrecerte atención psicológica personalizada para trabajar en estos aspectos y ayudarte a encontrar un equilibrio que te permita gestionar esta relación de forma más saludable.
Estamos aquí para lo que necesites.
Respondido por: EQUIPO DE PSICOLOGÍA A TU ALCANCE.