¿Retiros para la salud y el crecimiento personal o una trampa para caer en un grupo sectario? Algunas claves para diferenciarlos.

En la actualidad se ha observado una creciente preocupación por la salud física y mental centrada en alcanzar el bienestar que se manifiesta en aspectos de la vida cotidiana. A raíz  de este impulso por la importancia y beneficios que tiene el cuidado de la salud en general, resaltando la psicológica, diversos grupos han aprovechado este interés social como cebo para la captación de seguidores en grupos coercitivos. Es así como muchos grupos, a través de retiros espirituales o vacacionales, ofrecen programas que prometen conseguir la sanación o un encuentro espiritual que cualquiera desea, obteniendo así un crecimiento personal y un bienestar vital duradero.

Mujeres sentadas junto al lago. Fuente: www.freepik.es

Desde Psicología Sin Fronteras, en Sectas y Pseudociencias, sentimos el deber profesional de informar sobre el peligro que pueden conllevar propuestas inofensivas que enmascaran manipulación y control sobre el individuo que pertenece o visita estos retiros. De esta forma, dichos retiros pueden ser perjudiciales y ejercer la manipulación coercitiva sobre las personas que participan, llevándola a cabo de la siguiente manera:

  • La relación del grupo con el líder o gurú presenta una desigualdad de poder, pues este tiene unas capacidades superiores que exigen la obediencia sin cuestionamiento de lo que se promueve o practica. No hay espacio para el debate, pues los miembros ejercen presión social para impedir que se opine negativamente sobre las actividades o prácticas. De forma consciente o inconsciente se sigue la corriente de lo que la mayoría hace.
  • Es probable que aíslen a los participantes que se conocen o que han llegado juntos, con el fin de que no puedan cuestionar las prácticas o actividades realizadas entre ellos, evaluándolas de una manera negativa. Es decir, intentan impedir que el descontento de algún participante pueda influir sobre otro.
  • Asimismo, se suele restringir la comunicación con el exterior por la mismas razones. Por ejemplo, limitando o prohibiendo el uso del móvil durante el retiro. También, en algunos casos, haciendo prometer al grupo que al salir del retiro no comentarán lo experimentado a personas que no hayan participado en el retiro porque “para entenderlo hay que vivirlo”. Esto permite que no se contraste la información con otras opiniones y nos aislemos considerando que la única verdad es la que el grupo expone.
  • Durante el retiro se suele programar una rutina que altere el sueño y la alimentación, ocasionando así un desajuste emocional más vulnerable al control mental y físico que disminuye a su vez la libertad de pensamiento crítico e individualidad.
  • Crean falsas expectativas mediante mensajes falsos que pueden ser muy atractivas como, por ejemplo: terapias cortas o rituales que prometen ser más eficaces que un año de terapia psicológica por profesionales no acreditados profesionalmente; escuchar historias milagrosas de personas que ya han realizado el mismo proceso que vas a abordar sin pruebas reales; o prometer seguridad al tomar sustancias con supervisión o asistencia médica inexistente.

Es de suma importancia que dichas estrategias de captación las tengamos en cuenta antes de tomar la decisión de acudir a un retiro para prevenir caer en un grupo coercitivo, junto con las consecuencias que ello conlleva tan destructivas para nuestra salud psicológica, siendo este el objetivo contrario de lo que se propone trabajar en estos lugares.

Artículo elaborado por Carolina Delgado, psicóloga del área de Sectas y Pseudociencias en Fundación Psicología Sin Fronteras y Rebeca Pozuelo, psicóloga y coordinadora del área de Sectas y Pseudociencias en Fundación Psicología Sin Fronteras.