La profesión psicológica, ejercicio solidario y comprometido con las personas

El pasado 20 de noviembre Fundación Psicología sin Fronteras organizó, junto al Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, la Jornada Psicología y Solidaridad para que las entidades galardonadas con el Premio Psicología y Solidaridad 2024 compartieran cómo es el día a día de los profesionales de la psicología cuando se trabaja con niños, niñas y adolescentes, en el caso de Fundación ANAR, y con personas con trastorno mental, en el de Fundación Manantial.

Durante la jornada, la directora de la Línea de Ayuda ANAR, Diana Álvarez, destacó que a través de este recurso se atienden más de 700 peticiones de ayuda diariamente y solo en 2023 se prestó atención a casi 20.000 niños, niñas y adolescentes.

Álvarez mostró su preocupación por el aumento en los últimos años de las llamadas por problemas graves de salud mental, siendo la ideación suicida el primero de ellos. También destacó otros habituales, como los trastornos de conducta alimentaria, los síntomas depresivos y las autolesiones, que mucho tienen que ver con lo tecnológico porque niños, niñas y adolescentes aprenden e intentan ejecutar muchas ideas sobre procedimientos y métodos que encuentran en Internet.

La directora de la Línea de Ayuda ANAR lamentó que los adultos “a veces no somos tan conscientes de un problema de salud mental y se tiende a minimizar”, por lo que apeló a una mayor toma de conciencia de la importancia de este tipo de cuestiones.

El acoso escolar, los problemas de salud mental del entorno de la población menor y la soledad tan inmensa a la que se enfrentan diariamente los niños, niñas y adolescentes, fueron también temas que la representante de Fundación ANAR puso sobre la mesa. Con relación a esto último, explicó que los y las menores se sienten solos cuando tienen un problema y no se les devuelve esa respuesta empática que necesitan, alertó de la falta de referentes emocionales, de la violencia en el día a día y de la influencia de la tecnología.

La Fundación Manantial estuvo representada por la psicóloga Ángela González, quien explicó que trabajan con personas con trastorno mental grave que “han vivido situaciones de crisis, situaciones inconcebibles para su psique, que marcan un antes y un después en su historia”, antes de añadir que “son personas con un diagnóstico que les condiciona en muchos aspectos”. En definitiva, “personas que están muy destrozadas y que vienen con un gran sufrimiento”.

Imagen presentación actividades Fundación Manantial

 

Por ello, como profesionales abordan todas las áreas de la vida que estas personas quieran compartir o en las que quieran ser acompañadas. Y lo hacen a través de equipos multidisciplinares, desde la horizontalidad, y confiando en la capacidad de las personas. Y es que, según subrayó, “la persona no puede ser un sujeto pasivo”.

González también quiso compartir una reflexión del psicólogo José Leal:

La reflexión ética es el fundamento de toda práctica que se lleve a cabo desde el convencimiento de que no todo vale por igual y que hay razones para escoger unos comportamientos y no otros. Esas razones son el fundamento del buen trato y, por consiguiente, del buen tratamiento. Porque la ayuda y la cura, aun bien fundamentadas técnicamente no es posible sin la impregnación de un modo humano de llevarla a cabo”.

Por su parte, el presidente de la Fundación Psicología Sin Fronteras, Guillermo Fouce, explicó que “estamos aquí para defender la salud mental como un derecho. Para construir solidaridad, democracia y justicia”.

“Y estamos en el Colegio Oficial de la Psicología”, prosiguió, “porque creemos que estos valores son imprescindibles para el ejercicio de la profesión psicológica para un ejercicio solidario y comprometido con la gente”. Animó también a que “llevemos nuestra profesión cerca de los derechos”.